Una niña se encontró en una rama del un arbol que se había caído al suelo un capullo de gusano de seda. Al verlo allí tirado, decidió recogerlo y llevarlo a su casa para que pudiera sobrevivir.
Al cabo de unos días, unos pequeños ruiditos alertaron a la niña, la cual pudo contemplar como el proceso de la transformación estaba teniendo lugar. La mariposa luchaba desesperadamente por abandonar el capullo, utilizando mucho esfuerzo y con evidente sufrimiento. La niña, al ver aquella situación, no se lo pensó y buscó una pequeña tijera, eliminando con cuidado las dificultades que la mariposa tenía para salir de su capullo. A los pocos segundos , la mariposa estaba fuera y la niña la colocó de tal manera que pudiera comenzar a volar, pero no podía porque sus alas no eran lo suficientemente fuertes para poderlo lograr.
En el proceso de eclosión, las mariposas, hacen un esfuerzo muy grande el cual fuerza al sistema cardiaco y envía mucha sangre a todos los extermos de su cuerpo, logrando con ese sobretrabajo que se asiente la vida y las capacidades, como la de volar de forma autónoma.
Liderar es situar a las personas en un mejor entorno para el esfuerzo, no evitarlo.
Wilson Agudelo dice
Super la historia.
Es de gran ayuda para reflexionar con equipos de trabajo, mil gracias por compartirla
Maria Camila Morales dice
Cualquiera pensaria que la niña hizo lo correcto eliminando el esfuerzo y el sufrimiento de la mariposa, pero el todos los aspectos de la vida se requiere de esfuerzo para que los resultados sean los mejores. Las cosas faciles no siempre traen los mejores resultados.
yocaira hilario bertres dice
me gusta por que e aprendido que hay que poner de nuestro esfuerzo para poder llegar alo que queremos llegar un ejemplo dios nos ayuda pero tenemos que poner de nuestra parte y ezforsarnos amen